Flan de chocolate La Ermita 110 grs

Descripción

Más acerca de delicatessen la Ermita Cantabria

Delicatessen la Ermita lleva la innovación por bandera. Sus productos aúnan novedad y calidad, manteniendo la fidelidad a las recetas tradicionales.

La apuesta por la calidad de Delicatessen la Ermita es tan clara, que solo mecanizan aquellos procesos de producción que no aportan valor al producto. De esta manera aseguran la calidad de sus platos cocinados.

El origen de delicatessen la Ermita data de finales del siglo XIX. Entonces los padres de los tres hermanos que regentan la empresa: Cándido, Amparo y Ramón, compraron una tienda taberna y la transformaron en tienda de ultramarinos. Posteriormente, los tres hermanos, en 1989, añaden un restaurante y algunas habitaciones al establecimiento ubicado en San Pedro de Rudagüera.

En el año 1993, Amparo, Cándido y Ramón García de los Salmones adquieren una antigua casona montañesa en Puente San Miguel. Es allí donde ponen en funcionamiento un servicio de catering.

Queriendo dar una vuelta de tuerca a su negocio, compraron un terreno en el año 2000, en Casar de Periedo. Allí se ubica actualmente la fábrica de delicatessen la Ermita. Desde allí se lanzaron a la conquista del mercado nacional con sus platos preparados, sus postres y sus famosas croquetas.

Y en 2010, dan otro pequeño gran salto en su negocio: la apertura de tiendas físicas

El secreto de delicatessen la Ermita

¿dónde radica el secreto del éxito de delicatessen la Ermita? Sobre todo en el uso de productos naturales de máxima calidad, combinado con el saber hacer y la experiencia.

Sirva como ejemplo la cantidad de limones que se pelan a mano para elaborar la deliciosa crema de limón. O el ojo experto capaz de determinar el punto de cocción exacto de las alubias. El hecho de venir del mundo de la restauración es clave a la hora de elaborar sus platos precocinados: sin conservantes ni aditivos, como todos los cocinamos en casa.

Las berzas que aderezan su famoso cocido montañés las plantan ellos mismos. La leche se compra a diario en el vecino pueblo de Quijas. Tan solo uno de los productos es extranjero, el chocolate, de procedencia belga.